Error y Errar


Resulta particularmente interesante el origen tanto del error como del errar, siendo la raizcomún el latín errāre, ambas palabras tienen condición dinámica, alejada de todo acierto o dirección, en todo caso definición. Toda esta hipótesis tiene que ver con la propuesta situacionista de la deriva construyendo espacios críticos en los que la anomalía es la clave que activa el significado del medio urbano. “La actividad de andar a través del paisaje con el fin de controlar el grey dará lugar a una primera mapación del espacio y, también, a aquella asignación de los valores simbólicos y estéticos del territorio que llevará al nacimiento de la arquitectura del paisaje. Por tanto, al acto de andar van asociados ya desde su origen, tanto la creación artística como un cierto rechazo del trabajo, y por tanto de la obra, que más tarde desarrollarán los dadaístas y los surrealistas parisinos; una especie de pereza lúdico-contemplativa que está en la base de la flânerie antiartística que cruza todo el siglo XX. Resulta interesante observar que, tras el fraticidio, Caín será castigado por Dios con el vagabundeo.

El nomadismo de Abel deja de ser una condición privilegiada y se convierte en un castigo divino. El error fraticida se castiga con el errar sin patria.” Cuando error y errar van de la mano surge el nómada. El error es un objeto crítico, en una situación crítica, en un estado de suspención de las emociones. Homo faber, artesano de un absurdo, actor de Beckett, un Sísifo o "héroe del absurdo" según Camus. En ese estado intermedio entre el hacer y el pensar acepto el equilibrio, que no es estatismo, allí suspendo mis zapatos, detengo la dirección que señalan mis zapatos como un antihéroe mítico a lo Charles Chaplin y rompo su mecanismo funcional: funcionar en pareja. Aquí surge el híbrido, un objeto crítico cuya existencia cuestiona la norma y activa un espacio doméstico con altocapital simbólico encontrado en un ámbito urbano. Es así que los objetos troubé son lo de menos, lo importante es el espacio troubé que es catalizado por un elemento similar, pero diferente. Un objeto cuya funcionalidad es simbólica un mecanismo cuestionador.